Quisiera dar a conocer y promover una de las múltiples asociaciones humanitarias cuya actividad se centra en la labor solidaria. En esta ocasión son dos jóvenes amigas españolas embarcadas en la maravillosa tarea de dar asistencia, educación y mucho cariño a unos niños abandonados en medio de un país de la África profunda como es Uganda.
Este es el relato de su reciente estancia en este lugar del cual han vuelto muy orgullosas de la labor que han desempeñado y de la acogida que les han brindado tanto mayores como niños.
En este informe queremos contaros nuestra visita a la casa de acogida de Ssenga Uganda en Entebbe. Allí la gente la conoce como “Babies Home”.
Era la primera vez que íbamos desde que creamos la asociación, y a pesar de que tenemos contacto semanal con Remmie (la directora de la casa), para nosotras era importante ir y comprobar que todo estaba bien, que los peques estaban cuidados y felices y que todo marchaba como pensábamos.
Y así ha sido, todo está bien, las necesidades básicas están cubiertas, los niños están atendidos, están contentos… pero hay mucho más que se puede hacer. Necesitamos seguir avanzando para conseguir que su situación sea cada vez mejor… ¡y en eso estamos!
En el cuerpo de este informe os vamos a ir contando lo que hemos hecho en este mes y medio, en qué hemos invertido el dinero que recaudamos en la fiesta y cuáles han sido nuestras principales preocupaciones. Han sido unas semanas intensas, gratificantes, cargaditas de emociones… pero sobre todo ha sido una pasada ver a los peques y compartir con ellos mil momentos, mil sonrisas y sus abracitos…
Comenzamos.
Primera fiesta solidaria Ssenga Uganda
En octubre, antes de irnos, celebramos la primera Fiesta solidaria de Ssenga Uganda, en El Almazen de los Sentidos, en las Rozas. Queríamos recaudar fondos para nuestra visita a Uganda.
Contamos con una clase de bailes latinos impartida por los profesores del Almazen, un concierto de rock and roll, vendimos camisetas y pulseras con nuestros piececillos, charlamos y pasamos muy buena noche.
Muchas gracias a todas y todos los que vinisteis o nos apoyasteis con la compra de las entradas de fila cero. La fiesta fue todo un éxito!
Pinta que te pinta
La primera decisión que tomamos, una vez que llegamos al orfanato, fue pintarlo entero. La casa lo estaba pidiendo a gritos! Compramos pintura en la única tienda de Entebbe que la vende, “Paradise Hardware”. Curioso nombre para una tienda de pinturas, no? Elegimos los colores “cream” y “baby blue” de entre todos los colores disponibles en pintura plástica: cream y baby blue. Unas brochas, unos pinceles, cinta para cubrir y un apaño de cubos para escurrir la pintura y… todo listo para empezar a pintar.
Allí nos plantamos con todo el material. Las aunties nos miraban alucinadas, no están acostumbradas a que las mujeres hagan este tipo de trabajos. Pusimos la casa patas arriba y con su ayuda, sacamos todo lo que pudimos de las habitaciones, aireamos, limpiamos a fondo y le dimos a los cuartos una buena mano de pintura (o dos o tres!).
Nos ayudaron cuatro voluntarios de Malayaka House sin los que no hubiéramos acabado de pintar en la vida, y en tres mañanas, mientras los peques estaban en el cole, nos pintamos el orfanato entero.
El resultado, podéis verlo, espectacular, no?
Las aunties estaban felices, también para ellas fueron días de trabajo duro, moviendo colchones de un cuarto para otro, ropa, camas…
Los niños después del cole se colaban a los cuartos y les oíamos decir “they are painting our rooms!”, encantados y con una gran sonrisa en la cara.
¡Mereció la pena!
Los mosquitos y las mosquiteras
Tenemos un pequeño problema con los mosquitos. Parece que igual que a nosotras, les encanta la casa.
Los mosquitos son un problema en todo Uganda, igual que en otros muchos países países tropicales, porque transmiten malaria.Con la ayuda de Robert, fundador de Malayaka House, fumigamos con espráis casi radiactivos “made in Uganda” (lo intentamos el primer día con uno “made in Spain” y los mosquitos se reían en nuestra cara!). Dejamos varias horas la casa cerrada, y al volver a abrir, estaban todos muertos. El problema fue que al día siguiente, habían vuelto. Los mosquitos crecen en lugares cercanos a donde los vemos, así que más o menos, tienes los mosquitos que produces. Les gusta el agua limpia y es ahí donde crecen sus larvas. Pusimos recipientes con agua limpia, que se controlan cada dos o tres días para ver si hay larvas, se cambia el agua semanalmente y así se evita que los mosquitos sigan reproduciéndose.
Además en un futuro, y de vez en cuando, habrá que fumigar más veces la casa.
Con este panorama, se hace imprescindible que los niños duerman con mosquiteras. En la casa ya había antes de llegar nosotras, pero algunas estaban rotas, olían mal… así que decidimos comprar mosquiteras nuevas para cada una de las camas. Las literas comparten una más larga que cuelga desde el techo.
Aprovechando la ayuda de Robert, echamos un líquido “mata todo” en las letrinas y les compramos tapas. También contratamos el vaciado de la fosa séptica, que estaba… a reventar. Paga extra para los trabajadores de la casa de acogida.
Paga extra para los trabajadores de la casa de acogida
En la casa trabajan 6 aunties: Silvia, Gloria, Naiga, Phoebbe, Teddy y Julie. Hay tambien un guarda de seguridad, Ambros, y el cuidador de la granja, George. Sin ellos, sería imposible sacar adelante a los peques. Además de Remmie, las aunties son las que se encargan del cuidado de los niños y también de la limpieza del orfanato. Es un trabajo duro, no es fácil estar con tantos niños y cuidarles con paciencia y cocinar, limpiar y lavar las toneladas de ropa diaria que se generan…De las seis aunties que hay contratadas, dos trabajan en la casa desde hace dos años y el resto hace unos pocos meses.
Ambros se encarga de la seguridad de la casa, pero también del mantenimiento, juega con los peques y les quiere una barbaridad.
George se responsabiliza de la pequeña granja que hay en la Babies Home. Cuida de los pollos, las gallinas y los gallos, y además de una vaca y su ternera. La ordeña y las alimenta.
Desde que llegamos, nos pareció un pilar fundamental de la casa el trabajo de estas personas. Analizando lo que cobran, y dado que deja mucho que desear, nos reunimos con cada uno de ellos y les entregamos una paga extra (el doble de los que cobran al mes), y aprovechamos para agradecerles el trabajo que hacen, animándoles a seguir esforzándose.
Es importante que las aunties, incluso Ambros y George, tengan una estabilidad y continuidad en la casa, ya que al fin y al cabo, para los niños, además de Remmie, son el único referente fijo y continúo en el orfanato. Son su familia. Los voluntarios llegamos y en algún momento, siempre nos vamos.
Además, estrenamos padrino en Uganda, y con esto hemos conseguido duplicar el sueldo de todos, haciéndolo más digno. El nuevo padrino se llama Felipe y va a colaborar con una contribución importantísima todos los meses. ¡Muchas gracias Felipe!
Pañales
Parte del dinero recaudado en la fiesta lo invertimos en la compra de pañales. Aquí parece algo evidente ponerle a los niños pañales durante el día y la noche, pero allí no lo es en absoluto. Es un producto caro y lo normal es que no se utilicen.
Por las noches les ponen toallas y pañuelos para hacer pañales, pero no absorben igual y los niños por las mañanas se levantan mojados, a veces escocidos y con las sábanas, las mantas y los colchones empapados. Por el día van sin pañales, con el culillo al aire o si están vestidos, mojados hasta que una auntie se da cuenta y les cambia de ropa. Nosotras hemos decidido intentar que por lo menos por las noches, utilicen pañales para todos los bebés. Por medio de una colaboradora que vive en Entebbe, Milvia, hemos creado una red de mujeres que se van a encargar de comprar pañales y llevarlos a la casa dos veces al mes. ¡Muchas gracias Milvia!
El médico de Billy
Cuando llegamos, uno de los más pequeños, Billy, se había caído y tenía un chichón en la frente y los ojitos hinchados.
Para descartar problemas mayores, le llevamos al médico a Kampala, le hicieron una radiografía y todo estaba bien. Le dimos antibiótico porque tenía una infección en la herida, que era lo que le provocaba el hinchazón en los ojos, y a la semana estaba recuperado.
La visita de José
Conocimos a José una noche de Pizza Night en Malayaka House. Es español y trabajaba en Entebbe. Le hablamos sobre nuestra Babies Home y nos dijo que quería venir a ver a los peques. Quedamos con él unos pocos días después y apareció como un Rey Mago: cargado de juguetes!
¡Muchas gracias José!
El cole
En septiembre tomamos una decisión difícil, fue sacar a todos los peques entre 3 y 6 años del colegio al que iban, por no poder pagarlo. Teníamos dos alternativas: crear una escuela en la casa de acogida o llevarlos a un colegio público.
La primera opción nos pareció la mejor, puesto que los colegios públicos en Uganda dejan mucho que desear. Remmie consiguió fondos de una ONG local, y en una casa que hay al lado de la casa de los peques, hicimos una pequeña escuela.
Hemos contratado una profesora y con la ayuda de dos voluntarias alemanas, Rebekka y Johana, los niños van al cole por las mañanas. Estudian “Nursery” y son 9 en clase.
La idea es conseguir más fondos para poder llevarlos al colegio donde van los mayores. Mientras, nuestra pequeña escuela les sirve para aprender los números, las letras, a dibujar, recortar…
Los cuatro más mayores (a partir de los 6 años) van al “Skylands International School”. Es uno de los mejores colegios de Entebbe y la educación es en inglés.
Durante nuestra visita, asistimos orgullosas a la fiesta de graduación de fin de curso de Frank y Terry. Frank es el cuarto por la izquierda en la foto de abajo, a Terry la veis aquí. Estaban los dos súper felices!
La granjita
Sí, si, en la Babies Home hay una pequeña granja. Tenemos gallinas, gallos y pollos. Además de una vaca y su ternerita, que tiene 2 meses.
Las gallinas ponen huevos diariamente y se consumen en la casa e incluso a veces, cuando sobran, se venden en el vecindario. Tener pollos asegura que los niños comen carne periódica-mente. Además, los peques beben la leche que ordeña George de la “mama vaca”. Y más que beberán cuando crezca la ternerita y también se la pueda ordeñar.
Mientras estábamos allí, decidimos aumentar la familia. Fuimos a una casa de acogida de animales abandonados y nos llevamos tres preciosos gatitos para la Babies Home. Los niños no se lo podían creer!
El tiempo libre en Babies Home
Intentamos aprovechar nuestra estancia para hacer actividades con los niños que normalmente no pueden hacer.
Malayaka House nos invitó a una de sus fiestas. Nos llevamos a 10 de los peques, los que cabían en el 4x4 de Robert, y se lo pasaron genial!
No están acostumbrados a tanto follón y disfrutaron mucho de los otros niños, de la gente… aprendieron a comer hamburguesas (no sabían cómo cogerlas y las abrían y miraban con cara rara!), jugaron, corrieron, se pintaron la cara… y hasta nos amenizaron con un poco de música!
Fuimos unas cuantas veces a la Anderitas Beach, la playa del lago Victoria que hay en Entebbe. Comprábamos sodas (refrescos), galletas y chuches y nos íbamos a pasar la tarde a la playa.
A los peques les encanta correr por la arena, hacer castillos, cotillear lo que hace la gente, chapotear en el agua y sobre todo volver calados a casa.
Además de estas actividades, todos los días, en el jardín de la casa los niños disfrutan de los columpios, la cama elástica, los juegos… No hace falta irse muy lejos para pasarlo bien!
Y los fines de semana, los juegos se acompañan de sodas y cakes…
Un día cualquiera en la casa
Los peques se levantan a las 6 de la mañana, desayunan y se visten para ir al cole. Los más bebés se quedan con las aunties, y si hace sol salen al jardín a jugar. Los 9 que van al cole en casa, están allí de 8 a 1. Cuando acaban, corriendo (o más bien volando) van a comer. Después toca siesta, no sin antes pasar por el “baño”. El resto del día juegan y cuando se hace de noche, toca ducha, ponerse el pijama, cenar, lavarse los dientes e irse prontito a la cama. Los más mayores llegan del cole a las 4, se quitan el uniforme, hacen sus deberes y juegan con el resto. Después, igual que ellos, cenan y… a dormir.
Material que llevamos/compramos
Antes de ir, compramos medicinas que hacían falta: ácido fólico para Alma (tiene una enfermedad que se llama anemia falciforme), antibióticos, multivitaminas, ibuprofeno, paracetamol, lomper (lo utilizan para el prolapso rectal de algunos bebés,en los casos de malnutrición), antisépticos, pomadas para las irritaciones de piel, gel para la tiña. También tiritas, vendas, gasas, betadine, suero… También llevamos juguetes, libros, cuadernos para colorear, lápices, estuches y mochilas. Ropa para todas las edades, zapatos, toallas y sábanas. Tetinas y biberones. Cepillos y pasta de dientes. Compramos vasos, platos y cucharas de plástico.
Y muchos chupa chuses!
¡Habla de Ssenga Uganda!
No podemos acabar este informe sin darnos un poco de publicidad… necesitamos llegar a más gente! Si conseguimos más padrinos o colaboradores puntuales, podremos llevar a todos los peques al colegio. Y es el reto que nos hemos propuesto para 2013. ¿Nos ayudáis?
Habla de Ssenga a tus amigos, familiares, compañeros de trabajo, diles que se unan a nuestro facebook, que nos sigan y se animen a colaborar con nuestro proyecto.
También podéis colaborar comprando o informando de que vendemos camisetas y pulseras.
Una vez más, MIL MILLONES de GRACIAS a todas y todos los que nos ayudáis, sin vosotros todo esto no sería posible.
(Estas navidades vendimos también participaciones de lotería para el sorteo Extraordinario de Navidad. Cada participación costaba 5 euros, se jugaban 4 euros y 1 euro iba como donativo a Ssenga).
Ssenga Uganda es una asociación sin ánimo de lucro creada en España para ayudar a los niños huérfanos o abandonados que viven en la casa de acogida "Purpose Uganda Babies Home", en la zona de Entebbe (Uganda).
Asociación Ssenga Uganda; CIF: G86433000; Registro número 33095 de Asociaciones de la Comunidad
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