LOS MERCADOS Y BANCOS ANTE LA CRISIS

Como no he estudiado ni política, ni economía sino que soy simplemente una persona a quien le gusta estar informada de lo que sucede a su alrededor, aquí inserto dos artículos del diario El País que me han parecido muy interesantes como opinión y crítica de las actuaciones gubernamentales y privadas (bancos y demás instituciones) en época de crisis. El primero pertenece al escritor Juan José Millás y el segundo a una persona de Zaragoza, José Luis Requelme Arnedo que aparece en el mismo diario en Cartas al director.

Ambos dos no han podido explicarlo mejor, les han bastado unas pocas líneas para darnos una clase de economía política demonstrándonos como los gobiernos se han convertido en las marionetas predilectas de los mercados.

Estas actuaciones recuerdan un sin fin de películas futuristas en las que las máquinas, hartas de obedecer las órdenes de los humanos se rebelan y se convierten en los verdaderos amos del sistema; en esta película que nos ha tocado vivir, los amos son los mercados.

Desgraciadamente no estamos ante una película de ciencia ficción por mucho que se le parezca, ni tampoco estamos sufriendo una pesadilla ¡qué más quisieramos que despertarnos y romper a carcajadas tras darnos cuenta que no fué más que un mal sueño! Y ojalá fuera sólo un sueño como intentaban hacerle creer a Segismundo cuando tenía pesadilla en la Vida es Sueño. No vamos a tener más remedio que darle la razón a Calderón de la Barca ¡La vida es una gran mentira!

¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ficción,
una sombra, una ilusión,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.

http://elpais.com/elpais/2012/05/10/opinion/1336651161_231267.html

Chantajes - Juan José Millás (11/06/2012) 

El Estado ha devenido en el brazo armado de los mercados, verdaderos responsables políticos de la acción gubernamental. Vuéleme usted este quirófano, le dicen al Gobierno, vuéleme esta residencia de ancianos, este hospital, esta infraestructura. Póngame usted una bomba en la universidad, en este centro de investigación, en aquel instituto de enseñanza media y en este conjunto de guarderías públicas. Arranquen los tubos de la diálisis a este enfermo del riñón y déjenlo morir, supriman el tratamiento a aquel enfermo de sida y abandónenlo a su suerte, anulen o modifiquen las leyes relacionadas al dorso, que limitan nuestras actividades. No olviden amnistiar periódicamente a nuestros delincuentes económicos y dótennos de cuantos subterfugios legales sean precisos para pagar menos impuestos que nuestros mayordomos. Pueden seguir montando sus festejos electorales a condición de no olvidar quién manda. Fíjense en Zapatero, cuya voluntad doblegamos en una sola noche. Entró en el zulo como un hombre de izquierdas y unas horas después estaba modificando la Constitución y congelando el sueldo de los pensionistas, como le habíamos pedido. En cuanto a Rajoy, pobre, creía que por pertenecer a la derecha liberal iba a recibir un trato privilegiado, y lo primero que hicimos fue hundirle la Bolsa y subirle la prima de riesgo, para que aprendiera. En cuatro meses le hemos obligado a limpiarse públicamente el culo con su programa electoral y acaba de comenzar el proceso de nacionalización de las pérdidas sin abandonar por eso el de la privatización de las ganancias (la socialización del sufrimiento, que decía ETA). El lunes pasado lo mandamos a la radio para que se confesara dispuesto a incumplir cuanto había prometido o pudiera prometer en el futuro. Y todo ello sin necesidad de ponernos en huelga de hambre, como de Juana Chaos.

El rescate de Bankia - José Luis Requelme Arnedo. Zaragoza

El Gobierno dijo hace unas semanas que necesitaba ahorrar 10.000 millones y para conseguirlos propuso recortes en sectores tan sagrados como sanidad y educación. Ahora resulta que no tiene ningún problema en inyectar 7.000 millones que pueden ser más, en una entidad privada como Bankia. ¿Es una tomadura de pelo o simplemente la confirmación del juego de intereses propios que se llevan entre manos nuestros representantes y los bancos? Cuando empezó la crisis, el objetivo del Gobierno era sanear los bancos; hoy, después de cuatro años de invertir dinero público, de que el Banco Central Europeo les haya proporcionado enormes cantidades de dinero, que también es público, de que el Banco Central Europeo les haya proporcionado enormes cantidades de dinero, que también es público, y de que a los bancos se les haya permitido todo tipo de excesos y tropelías con los ciudadanos, resulta que están igual o peor, y el objetivo del Gobierno sigue siendo el mismo: sanearlos. Lo peor de todo es que nadie plantea ni explicaciones ni responsabilidades. ¿Por qué están así los bancos? ¿Alguien los ha gestionado mal? Qué han hecho con todo el dinero que se les ha proporcionado? ¿No hay responsables que paguen su mala administración? ¿Por qué tenemos que pagar los ciudadadanos las irresponsabilidades de dirigentes financieros que dejan entidades en la ruina y se van consus bolsillos llenos? Parece evidente que nuestros Gobiernos (de izquierdas y de derechas) nos han sacrificado a todos  para salvar unos bancos que fueron causa fundamental del comienzo de la crisis y que en agradecimiento han ahogado la economía del país al negar la financiación que necesitaban familias, emprendedores, investigadores, empresarios y compradores.