Mira que me hubiera gustado objetar sobre los argumentos de la Patente,
pero no, APR me lo ha puesto difícil esta semana. Tampoco deja muchos
cabos sueltos como para poder meter baza y añadir alguna crítica más, a
no ser que una se ponga a hablar del brillante y seductor semblante de
nuestro Presidente, de su encantadora sonrisa o de la impactante figura
que atrae todas las miradas, tanto masculinas como femeninas, como si de
un imán se tratara.
Es exactamente lo contrario de lo que pasa con Arturo Perez Reverte.
Zapatero, por mucha comunicación “tête a tête” es decir frente a frente
que podamos tener, o no tener, con él, como siempre tiene la misma
expresión o la misma falta de expresión, esa sonrisa “cuajada” como si
saliera de una cirugía estética, pues resulta imposible que nos sintamos
atraídos por él o que lleguemos a confiar en él, eso simplemente a
primera vista, ya cuando más se le conoce o se sabe de él, pues la cosa
empeora.
Por otro lado, intento hacer memoria para poder rebatir los argumentos
de APR y busco en mi exigüo cerebro y flaca memoria, los posibles logros
de nuestro Presidente y como bien apunta APR, sólo podemos alabar su
esbozo de política social, esa política que iba a defender contra viento
y marea pero que, presionado por los mercados financieros, se vio
obligados a abandonar, es decir que se bajó los pantalones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario