
No voy a hablar de la Patente de Arturo Pérez Reverte publicada en XL
Semanal de esta semana y cuyo título es NIÑOS, BOXEADORES Y TABLEROS ya
que no sé nada de ajedrez y por lo tanto, tampoco sé lo que supone estar
ante los grandes de ese mundillo ajedrecista aunque me imagino lo que
debe de disfrutar el que realmente entienda el juego. Pero ya que, en su
página y por el mismo precio, nos recuerdan una Patente publicada en el
mes de junio del 2007 y cuyo contenido sigue siendo de primorosa
actualidad, aprovecho para comentar algunas de las ideas ahí expresadas.
La Patente, a mi humilde entender, compara y contrapone dos formas de intervenir ante el ejercicio de la corrupción. Por un lado, el del mundo asiático (en este caso China y Japón) y por otro, la que se estila en Europa y más concretamente en nuestra entrañable España.
Corruptos los hay, desgraciadamente, en todos partes y además numerosos, pero lo que creo que APR quiere resaltar y denunciar no se limita a los distintos modos de corromper que usan los políticos –y tantos otros que no son políticos- sino más bien a la actitud de ciertos políticos tras la divulgación de sus fechorías que dista mucho de la que se acostumbra a practicar en los países asiáticos, es decir según APR “la impunidad que nuestra confortable y humanitaria España brinda a tanto sinvergüenza”.
Siempre, según APR, si al corrupto político chino le fusilaron, el japonés no llegó ni a esperar la sentencia judicial sino que, avergonzado y temeroso por la divulgación de sus hazañas, se tomó la justicia por su mano y directamente se hizo el harakiri.
Afortunadamente, aquí en España, ya no se fusila a nadie –los últimos fusilamientos me parecen que remontan a la época de Franco ya cerca de su fallecimiento- pero tampoco se condena a los corruptos con la cárcel, sino que se hace la vista gorda o se intenta rápidamente acallar los rumores y, por supuesto, nadie se suicida por el mero hecho de ser un corrupto ¡Faltaría más!
Los últimos casos de corrupción política, según los periódicos, se lo distribuían hasta ahora indistintamente el PP y el PSOE, en Andalucía en Valencia y en Baleares, os suena los casos ‘Malaya’ (Andalucía) ‘Gurtel’ (Valencia), ‘Palma Arena’ (Baleares), creo que por Cataluña existen también unos cuantos políticos catalanes que tampoco se quedan atrás, veáse también el caso 'Pretoria’. Ahora nos enteramos que hasta nuestro Infante consorte, el apuesto ex balonmanista Urdangarín, también le ha dado por disfrutar del dinero rápido y fácil. Es mejor no indagar más para no llevarnos otras sorpresas pero ¿quedará todavía algún político para quien la ética, la rectitud sea uno de los valores más importantes a mantener durante su mandato? Desgraciadamente, por la actitud de unos pocos corruptos, es toda la clase política la que se ve afectada.
Y es que los humanos somos insaciables. ¿Qué es lo que realmente nos impulsa a no estar nunca satisfechos y a desear cada día mas poder y más riquezas? ¿Qué valores vamos a transmitir a nuestros descendientes? Me acuerdo de los años en los que mi hijo cursaba sus estudios en Primaria o Secundaria y tenía una asignatura que se denominaba Educación en valores ¿para qué sirve la teoría si la práctica nos demuestra todo lo contrario de lo que nos han intentado inculcar?
A lo mejor nuestros políticos deberían de volver al cole para que los niños les enseñen lo que es la ética tal como se la enseñaron a ellos, porque a los mayores ya se les ha olvidado esta asignatura.
La Patente, a mi humilde entender, compara y contrapone dos formas de intervenir ante el ejercicio de la corrupción. Por un lado, el del mundo asiático (en este caso China y Japón) y por otro, la que se estila en Europa y más concretamente en nuestra entrañable España.
Corruptos los hay, desgraciadamente, en todos partes y además numerosos, pero lo que creo que APR quiere resaltar y denunciar no se limita a los distintos modos de corromper que usan los políticos –y tantos otros que no son políticos- sino más bien a la actitud de ciertos políticos tras la divulgación de sus fechorías que dista mucho de la que se acostumbra a practicar en los países asiáticos, es decir según APR “la impunidad que nuestra confortable y humanitaria España brinda a tanto sinvergüenza”.
Siempre, según APR, si al corrupto político chino le fusilaron, el japonés no llegó ni a esperar la sentencia judicial sino que, avergonzado y temeroso por la divulgación de sus hazañas, se tomó la justicia por su mano y directamente se hizo el harakiri.
Afortunadamente, aquí en España, ya no se fusila a nadie –los últimos fusilamientos me parecen que remontan a la época de Franco ya cerca de su fallecimiento- pero tampoco se condena a los corruptos con la cárcel, sino que se hace la vista gorda o se intenta rápidamente acallar los rumores y, por supuesto, nadie se suicida por el mero hecho de ser un corrupto ¡Faltaría más!
Los últimos casos de corrupción política, según los periódicos, se lo distribuían hasta ahora indistintamente el PP y el PSOE, en Andalucía en Valencia y en Baleares, os suena los casos ‘Malaya’ (Andalucía) ‘Gurtel’ (Valencia), ‘Palma Arena’ (Baleares), creo que por Cataluña existen también unos cuantos políticos catalanes que tampoco se quedan atrás, veáse también el caso 'Pretoria’. Ahora nos enteramos que hasta nuestro Infante consorte, el apuesto ex balonmanista Urdangarín, también le ha dado por disfrutar del dinero rápido y fácil. Es mejor no indagar más para no llevarnos otras sorpresas pero ¿quedará todavía algún político para quien la ética, la rectitud sea uno de los valores más importantes a mantener durante su mandato? Desgraciadamente, por la actitud de unos pocos corruptos, es toda la clase política la que se ve afectada.
Y es que los humanos somos insaciables. ¿Qué es lo que realmente nos impulsa a no estar nunca satisfechos y a desear cada día mas poder y más riquezas? ¿Qué valores vamos a transmitir a nuestros descendientes? Me acuerdo de los años en los que mi hijo cursaba sus estudios en Primaria o Secundaria y tenía una asignatura que se denominaba Educación en valores ¿para qué sirve la teoría si la práctica nos demuestra todo lo contrario de lo que nos han intentado inculcar?
A lo mejor nuestros políticos deberían de volver al cole para que los niños les enseñen lo que es la ética tal como se la enseñaron a ellos, porque a los mayores ya se les ha olvidado esta asignatura.
No hay comentarios:
Publicar un comentario